Varias losetas de carbono del escudo térmico del transbordador espacial Endeavour han resultado dañadas tras impactar contra el vientre de la nave desechos espaciales durante su ascensión hacia la Estación Espacial Internacional (ISS, por sus siglas en inglés) el pasado lunes, informó ayer LeRoy Cain, jefe del equipo técnico responsable de la misión.
Durante una comparecencia ante la prensa en el centro espacial de Houston (Texas), Cain admitió que la NASA no dispone aún de suficientes datos sobre los posibles daños, «pero no tenemos por el momento razón alguna para inquietarnos», aseguró.
Especialistas de la Agencia Espacial estadounidense trabajan en el análisis de las imágenes del Endeavour, con el fin de determinar si es necesaria una salida de los astronautas de la ISS para reparar el escudo térmico en órbita antes de proceder a su regreso a tierra.
Siete impactos
Cain subrayó que los impactos registrados en el escudo térmico son siete en total, «pero los análisis se están centrando en tres de ellos».
Minutos después del lanzamiento del Endeavour con seis astronautas a bordo el pasado lunes, Bill Gerstenmaier, responsable de operaciones espaciales de la NASA, informó de que dos minutos después del despegue se desprendieron del tanque externo del transbordador «varios trozos pequeños de espuma aislante, lo que no parece representar un riesgo».
La tragedia del Columbia
No obstante, la opinión pública recuerda todavía algo que la NASA jamás olvidará: la muerte de siete astronautas cuando se desintegró en vuelo el transbordador Columbia, el primero de febrero de 2003, durante su reentrada en la atmósfera terrestre. El problema fue el mismo. Varias losetas del escudo térmico, en el borde de ataque de un ala, habían resultado dañadas durante el despegue, y la nave estalló en mil pedazos cuando faltaban apenas dieciséis minutos para su aterrizaje.
Desde entonces, la Agencia Espacial viene realizando exhaustivos controles del escudo térmico, y ha desarrollado técnicas para su reparación en órbita antes de reemprender el regreso hacia la Tierra. Estas reparaciones incluyen la posibilidad de sustituir por completo las losetas dañadas, y esta técnica ha sido ensayada hasta la saciedad por los astronautas.
La última misión de un transbordador
La presente misión del Endeavour es la última de un transbordador, después de más de dos décadas en activo enlazando la Tierra con la ISS. El jefe de la misión es el comandante Marc Kelly, esposo de la congressita Gabrielle Giffords, que se recupera después de ser tiroteada en la cabeza por un desequilibrado el pasado enero.
La NASA no podría tolerar el menor contratiempo en esta misión de despedida de los transbordadores espaciales. Un mínimo desperfecto en el escudo térmico podría desembocar en una nueva tragedia como la del Columbia, ya que las elevadas temperaturas que se registran en la reentrada en la atmósfera, superiores a los 1.500 grados centígrados, sólo pueden ser soportadas gracias al escudo, que protege por encima de los 2.000 grados.
Esperemos que no se produzcan consecuencias nefastas
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